El impasto o empaste es una técnica que consiste en aplicar espesas las pinceladas de pintura sobre el lienzo o soporte, de modo que el volumen y la forma de las pinceladas quedan visibles y generan un efecto tridimensional y una textura añadida.
Ejemplo de pintura creada con impasto, por Frank Auerbach.
Cómo pintar con la técnica de impasto
La técnica del impasto consiste en pinceladas empastadas, muy cargadas de pintura espesa.
La mezcla de los colores puede ser completa o parcial:
Una mezcla uniforme de los colores, mezclados totalmente. Se mezclan bien en la paleta.
O una mezcla suelta, que se suele hacer juntando los colores en el propio pincel o tomándolos de la paleta sin haber mezclado. De forma que conservan los tonos independientes pero están juntos visualmente en la misma pincelada. Esto genera una sensación muy viva, con los colores estriados al aplicar la pincelada espesa.
Húmedo sobre húmedo
Se pinta una pincelada bien cargada sobre otra masa de color aún húmeda en el lienzo. Esto genera una fusión de colores directamente en el lienzo.
Es útil controlar que la pintura esté en la punta del pincel, que sea un pincel firme (de cerda) y después aplicar la pincelada de un modo firme y homogéneo, teniendo muy claro el trazo que se va a realizar. Vigilar bien el ángulo con respecto al lienzo para que no se escape la pintura.
Se puede trabajar en horizontal si así se logra manejar mejor la pintura pero siempre se visualiza mejor el lienzo en vertical.
Con el pincel se puede hacer la mezcla, de un modo suelto, con la pintura húmeda de abajo, lo que genera dibujos estriados.
Efectos de punteados, estirar y presionar sobre el lienzo
La punta del pincel de cerda sirve muy bien para crear texturas de punteados con esta técnica de pintura espesa. Se presiona con la punta del pincel sobre el lienzo, y se retira manteniendo una posición transversal, no inclinada.
Mezcla de pinceladas
El lienzo puede contener una base de pintura plana sobre la cual se aplica el impasto. Y también es muy efectista mezclar diversos tipos de pinceladas, unas más o menos espesas, e incluso alguna veladura espesa. Se debe tener en cuenta que este es un trabajo expresivo de la propia pincelada y que por ello es la mano, e incluso el brazo, el que debe trabajar en crear los gestos, las formas y la aplicación de las masas de colores.
La fluidez, la destreza y el vigor o energía de las pinceladas le añaden una frescura y espontaneidad muy especial a la obra pictórica.
Se pueden trabajar pinceladas húmedas pero también secas, con la pintura directa del tubo e incluso algo seca después de estar en la paleta.
El grano del lienzo y la textura del soporte pueden ser un aliado en esta técnica.
Van Gogh fue un gran pintor de impasto, haciendo pinceladas cortas con pequeños toques gruesos, directos y abruptos. Y los puntillistas creaban impastos de menor nivel e igualado espesor, ideales con pincles pequeños de cerda.
Por otra parte, la impresión de movimiento y las direcciones se crean con largas pinceladas cargadas de pintura, casi como rayados.
Impasto con movimiento creado por Van Gogh.