Paso a paso para aprender a pintar un retrato con acuarela clásica
En este ejercicio se trata de pintar a un niño de 2 años durmiendo. Este tutorial servirá para cualquier otro retrato similar donde haya un cierto contraste de luces y sombras.
Dibujo del tema
Lo primero es dibujar las líneas del rostro y la figura. Se puede usar lápiz de grafito o lápices acuarelables. El lápiz se podrá borrar sin perder el dibujo antes de pintar y los lápices acuarelables se deben marcar muy suavemente para poder disolverlos al poner aguadas encima.
El tipo de dibujo se hace con la llamada «Línea sensible». Con ella se dibuja el contorno de la cabeza, labios, ojos, el brazo y la ropa.
Estudio de los colores acuarela y mezcla de color
Después se hace un estudio de los colores que vamos a usar. Para ello vamos a usar un poco de papel de acuarela donde haremos nuestras muestras. Pintamos unos rectángulos y así vamos viendo si el color que hemos mezclado es lo que necesitamos. Por ejemplo para los colores de la piel podemos mezclar ocre, siena tostada, un poco de azul, amarillo cadmio y magenta de modo que hagamos unas mezclas más rosadas, otras más tostadas y otras más neutras o azuladas. Para la piel más clara puedes además añadir blanco de acuarela, que da más volumen a la pintura y no es necesario disolver tanto con agua. Para el tono medio yo he utilizado un rosa magenta, un poco de amarillo cadmio y un poco de ocre.
Hacer una pequeña colección de mezclas de colores es una buena práctica en acuarela. Así pues, anotas los colores usados junto al color del cuadrado pintado. Esto te sirve de chuleta para tu próxima pintura. Además, puedes hacer las mezclas en pequeños cuencos que luego se secan. Volver a usarlos es muy fácil con agua y no se estropea la pintura.
Primeras aguadas o capas de color
Lo siguiente que tenemos que hacer es pintar la base de color en el rostro y brazos (la piel), una aguada del tono más claro que prepara el dibujo para las siguientes etapas del proceso.
La acuarela tiene la facultad de acumular pigmento en las acumulaciones de agua. Con ello se puede jugar y hacer efectos visuales. Por ejemplo, al inclinar el soporte podemos desplazar la pintura y hacer que se haga más clara la zona superior.
Una vez se ha secado esta primera aguada, el siguiente paso será añadir otra aguada con un tono más oscuro, en sombra. En este caso, el lateral derecho del rostro.
En acuarela se trabaja así: se pintan capas o aguadas y se dejan secar. Así se controlan los colores.
A continuación se refuerza el dibujo. Con pincel fino se dibujan zonas de la cara esenciales, como los ojos, cejas y boca, cuyo dibujo debe estar presente. Se pueden colorear con mucho cuidado y dejar secar si es necesario.
Pintar las zonas clave
Mantener el dibujo es fundamental en el arte de la acuarela y por ello se debe trabajar muy despacio y con paciencia.
Se puede atacar las siguientes zonas del retrato, como cabello, ropas, espacio de alrededor.
En el cabello hice varias aguadas, dejando secar, para no hacer mojado sobre mojado y crear más dibujo. Usé un pincel dentado que sirve para representar los pelos de la cabeza.
En la ropa del niño pinté primero los tonos base con varias aguadas. Dejé secar y luego hice con pincel dentado los dibujos de las líneas.
Para el color del asiento y para el fondo de la imagen usé aguada que después de va moviendo el soporte y queda con un efecto difuminado.
En la última fase se suelen reforzar los dibujos de ojos, perfiles, cabello ect, con pincel seco o pintura espesa.