Las pinturas de Cezanne están muy bien construidas, tanto en formas como en colores. En los bodegones que presento en esta entrada se puede apreciar la sabiduría que tenía este artista aplicando pinceladas y suaves capas de colores.
Que nadie diga que pintar bodegones es aburrido, o una tontería o no sirve para nada.
Lo que pintó Cezanne utilizando como motivo las composiciones con frutas, objetos y manteles, es impresionante y no entiendo porqué me gustan tanto que me gustaría comerme esos melocotones, albaricoques, ciruelos, y todo! uhmmm!!! que bueno!!!
El truco está en la increíble composición. Es este artista un maestro indiscutible de la composición de elementos en la imagen, cosa muy difícil que el conseguía con horas y horas de pensamiento concentrado.
La composición incluye todos los elementos de imagen pero destacan: la colocación de las pinceladas, la distribución de los tonos de color esactos, el volumen de la mancha y uso del contraste entre elementos. Su objetivo: poner orden en el caótico mundo que nos rodea. Que la pintura sea firme , intensa, potente y con unas propiedades reales. Aquí un ciruelo es un ciruelo y dan ganas de comérselo, como debe ser.
A comer!!!
Naturaleza muerta con manzanas y naranjas. 1895-1900
Naturaleza muerta con frutas de Cezanne. 1879-1880
Bodegón de frutas de Cezanne
Naturaleza muerta, cortinas, Krug y un tazón de frutas. 1893-1894
Naturaleza muerta con mantel. 1895
Naturaleza muerta con botella y cesta de manzanas. 1890-1894