Jonathan Yeo - Retrato de  Malala Yousafsai

Retrato de Malala Yousafsai. 2013. Jonathan Yeo.

El pintor de retratos más famoso en la actualidad es sin duda el inglés Jonathan Yeo. Además de ser el retratista de muchos famosos, Nicole Kidman, Dennis Hopper, Prince Philip, Erin O’Connor, Tony Blair, David Cameron … se hizo muy famoso en 2007 por un collage de George Bush contruído con fragmentos de cuerpos sacados de revistas, lo que resulta gracioso y provocador, sin dejar de estar muy bien construído. Así ha construido unos cuantos, en su sección de collages.

http://www.jonathanyeo.com/

Pero además, este año ha vuelto a llamar la atención por el retrato de una niña árabe que desea ir a la escuela, Malala Yousafsai, a pesar de las amenazas de muerte del regimen Talibán. Tras este trabajo pictórico la BBC hizo un documental – entrevista para conocerle mejor, y al mismo tiempo, que conozcamos también cómo trabaja uno de los mejores retratistas contemporáneos. Así se desvela un poco el secreto de su éxito, un éxito que hace que el propio artista defina en su vida como “sorprendentemente afortunado en el trabajo, la familia y los amigos”.

El video está en Youtube: http://youtu.be/dG0RlZZCdIY

Cómo pintar retratos de calidad

1. Primero hay que tener un taller acogedor

Estudio Jonathan Yeo

El taller de Yeo visto desde arriba.

Con un tamaño, ni grande ni pequeño, el taller de Jonathan tiene varios aspectos muy interesantes: es muy entretenido a la vista para que los clientes se distraigan mirando entre estanterías, lo spequeños cuadros colgados y los diversos utensilios de pintura. Y tiene una buena ventana, por donde entra la luz natural, lo que siempre logrará que no se duerman ni amodorren demasiado.

Seguramente el olor a pintura no es demasiado fuerte, pues Yeo no pinta cuadros de gran formato. Y por supuesto, es mejor utilizar los disolventes sin olor cuando hay que tener al cliente al lado. El óleo por si mismo tiene un olor bastante suave, característico, incluso agradable para quienes estamos acostumbrados, y no tan tóxico como la trementina. Sin embargo, la ventilación en el taller se debe de hacer siempre que se pueda, y cada día obligatoriamente, para que salgan los olores y se ventile.

Si además se ambienta con algo de música suave será un taller más acogedor. Incluso con música del gusto del cliente, pero sin que llegue a gustarle demasiado, no se anime a canturrear.

2. Segundo, estar entre amigos

Aquí se ve a Yeo frente a su cliente. En el video además, el propio cliente explica su experiencia como modelo.

Jonathan Yeo

La actitud del pintor debe ser totalmente desenfadada, amistoso, cordial y simplemente como si el trabajo fuese un juego que vamos a hacer entre dos. Así lo hace Jonathan, con una sonrisa fresca y gestos de niño juguetón, deja que el modelo se divierta un poco al contemplar al joven pintorcillo.

Aquí se ve la sonrisilla continua de Yeo.

Jonathan Yeo

Esto no es tan fácil de lograr, pues va con el carácter personal, pero en la medida de lo posible se deben evitar las siguientes cosas:

1.Las conversaciones de todo tipo, dejando prácticamente que el cliente hable solo pero escuchándole cordialmente. Cuando se pinta se deben medir, pensar y sentir muchas cosas, por lo que se debe mantener la concentración.
2.Las expresiones de preocupación o enfado, que si son relacionados con nuestro propio trabajo asustarían al cliente.
3.Y también se debe evitar que el cliente se mueva demasiado, por lo que si el sillón o lugar donde esté sentado no le resulta cómodo, será lo primero a cambiar.

3. Lienzos preparados con tonos medios para poder crear luces y sombras más rápidamente.

Aquí se ve un lienzo de Yeo con la primera fase de pintura.

Jonathan Yeo

En la pintura clásica de retratos, desde el romanticismos especialmente, se ha utilizado mucho la técnica de preparar el lienzo con un tono medio, un ocre o un gris, de modo que después del dibujo inicial creado con un pincel pequeño o con un carboncillo, se van manchando con un pincel más grueso tanto las sombras como las luces. Esto reduce el trabajo tonal, pues primero se marcan los contrastes de luz y sombra y después se equilibra el conjunto. Para los retratistas es muy útil porque no se puede tener demasiadas horas al modelo, hay que ser rápido encajando el dibujo, y así podemos centrarnos las formas esenciales, muy importante en el retrato.

4. Iluminación extra con lámparas

Aquí se ve el tipo de focos de luz que Yeo coloca sobre sus lienzos para tener buena iluminación en todo momento.

Jonathan Yeo

Muy importante para cuidar la vista, para acertar los tonos y colores, para trabajar a la hora que le convenga y, como puede verse por el tipo de foco, para evitar los reflejos de luces sobre la propia tela y pintura. El foco tiene una tela colocada alrededor, pero sin tocar la lámpara, al modo que utilizan los fotógrafos profesionales para lograr una luz difusa, no directa, sino que se expande en todas direcciones y que así resulta más suave, no genera contrastes ni brillos, pero aporta mucha claridad.

5. Realizar las fases pictóricas al ritmo correcto

Los retratos, sobretodo cuando se desea cierto realismo o se juega con las texturas, necesitan un proceso creativo por fases. Así pues, por lo general, la primera sesión se centra en el dibujo, los contrastes de luz y sombra y el ambiente general o atmósfera de la obra.

Después, la segunda fase, independientemente de cuantas sesiones tenga cada fase, se centrará en las formas y el color.

Para poder realizar veladuras se debe dejar secar la pintura y en otra fase se hacen las suaves pinceladas para crear matices y texturas especiales. Esta fase puede ser la más lenta y requerir espacios de tiempo separados.

Y la última fase suele centrarse en la expresividad del propio retrato, que ya debe haberse marcado desde el principio. Es la fase final, de los ajustes más difíciles, y que solo puede realizarse si toda la base de dibujo y de tonos está correctamente ejecutada.

Así se llega a la calidad y el detalle que tiene por ejemplo la pintura de Malala Yousafsai.

Por lo demás, la concentración en su arte y su capacidad de lograr clientes son los que crean un gran maestro pintor de retratos. Un sueño hecho realidad que otros pueden creer inalcanzable, pero que este artista vive con júbilo y gratitud.

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