Este artículo pretende desarrollar la auto-confianza en uno mismo como Artista, la independencia, la propia identidad y la fe en lo que uno puede hacer.
¿Soy o no soy artista? Esa es la cuestión.
Si soy Artista es porque creo obras de arte, estoy concentrado/a en el tema creativo, aprendo y comprendo. Pero, ¿y si todo eso lo hago mal? ¿Y si, pinto mal, no me concentro y no pinto con frecuencia, no practico y mis obras no son como yo quiero?
Claramente, mi obra será un desastre, pero ¿sigo siendo Artista?
Yo creo que si, pero ¡qué malo! ¡El Artista vago y sin pasión!
Sin embargo, cuando un Artista deja de ser Artista es precisamente cuando deja de llamarse Artista a si mismo y sus objetivos no son artísticos.
La Fe Racional en uno mismo como requisito indispensable.
Esto es lo que dice el maestro Erich Fromm sobre la Fe en uno mismo:
“En igual sentido, tenemos fe en nosotros mismos. Tenemos conciencia de la existencia de un yo, de un núcleo de nuestra personalidad que es inmutable y que persiste a través de nuestra vida, no obstante las circunstancias cambiantes y con independencia de ciertas modificaciones de nuestros sentimientos y opiniones. Ese núcleo constituye la realidad que sustenta a la palabra «yo», la realidad en la que se basa nuestra convicción de nuestra propia identidad. A menos que tengamos fe en la persistencia de nuestro yo, nuestro sentimiento de identidad se verá amenazado y nos haremos dependientes de otra gente, cuya aprobación se convierte entonces en la base de nuestro sentimiento de identidad.
(…) La fe en uno mismo es una condición de nuestra capacidad de prometer, y puesto que, como dice Nietzsche, el hombre puede definirse por su capacidad de prometer, la fe es una de las condiciones de la existencia humana.
(…) La presencia de dicha fe es lo que determina la diferencia entre educación y manipulación. Educación significa ayudar al niño a realizar sus potencialidades. (…)Lo contrario de la educación es la manipulación, que se basa en la ausencia de fe.(…)
(…) Tener fe requiere coraje, la capacidad de correr un riesgo, la disposición a aceptar incluso el dolor y la desilusión. Quien insiste en la seguridad y la tranquilidad como condiciones primarias de la vida no puede tener fe; quien se encierra en un sistema de defensa, donde la distancia y la posesión constituyen los medios que dan seguridad, se convierte en un prisionero.”
Cómo ser Artista y no morir en el intento
Lo que en mi opinión hay que hacer es simplemente ser uno mismo, expresar lo que se necesita expresar, hacer las cosas como a uno mismo le gusta (no por los demás), pensar las cosas y experimentarlas. En definitiva, ser auténtico para uno mismo y crecer.
El éxito no es nada ni la obra que se pueda dejar tampoco. Lo importante es llegar a comprender y vivir la experiencia de la creación de una obra propia, sentida y con sentido. Te sorprenderá lo que puedes hacer y no sabias de ti mismo. Es entonces cuando nace el estilo, se refuerza y se hace único.
Solo con la experiencia se avanza. Quedarse parado y no hacer nada es anular un espíritu que por naturaleza quiere estar activo.
A aquellos Artistas asesinados por las críticas, los medios, los obstáculos, la depresión, los deseos frustrados y muchos otros problemas, deben volver al inicio, empezar el camino y no volver a olvidarse de ser “auténticos”.
Arriba, el cuadro presentado se titula Prohibida la reproducción, de René Magritte. Ver en wikipedia