El Vendedor Más Grande del Mundo es un libro best seller de Og Mandino. Habla de diez leyes o consejos para lograr ser el mejor vendedor del mundo.
Vamos a intentar aprender a vender nuestras obras pictóricas, nuestros dibujos y trabajos artísticos por medio de este libro, un tanto especial, bastante lleno de espíritu y con una muy buena base: el optimismo.
Voy a ir transformando sus enseñanzas para adaptarlo a nuestro tema: la pintura. Respetaré el texto y añadiré mi forma de entenderlo aplicado a vender arte. Si el trabajo de un vendedor es la actividad, el negocio con la gente que va a comprar y la comunicación, el éxito del pintor está principalmente en su capacidad de producción. Por ello, muchas de las leyes o consejos las entiendo en el sentido de creación de la obra ,puesto que si no hay obra no hay venta posible. Pero no debemos olvidar que para vender hay que llevar a cabo también la comunicación y negociación de los vendedores.
Arriba: Foto de una subasta de pinturas en la famosa galeria de arte Christie´s de Londres. Un ejemplo de venta muy cara.
Las 10 leyes para vender
Venta de pinturas en la isla de Goree de Senegal. Un ejemplo de ventas baratas.
1- Nuevo reto, nueva vida.
Mandino dice en su libro:
“Hoy comienza una nueva vida. Hoy nazco otra vez. Comenzaré mi viaje sin el estorbo de los conocimientos innecesarios o la desventaja de una experiencia carente de significado.
Sabré elegir entre el instinto y la experiencia, que a fin de cuentas nos hace sistemáticos, haciéndonos olvidar el valor de seguir aprendiendo.
Solo los principios permanecen y ellos guiarán mi instinto.
Y para fortalecerlos me crearé buenos hábitos y seré el esclavo de éstos, elegidos por mis principios. Crearé mis hábitos hasta interiorizarlos para que me guíen siempre que actúe a ciegas.
Juro que no retardaré el crecimiento de mi nueva vida, porque el día que pierda no podrá recobrarse jamás ni podré sustituirlo.”
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“Cada día hay que tener una idea para un cuadro, o para una parte de un cuadro. Nos olvidaremos de las ideas que tuvimos ayer y nos pondremos a la marcha para crear la nueva obra.
Solo el principio en la creación de un cuadro es auténtico, por lo que debemos aprovechar la energía de esa idea inicial y conseguir darle forma.
Y para pintar mejor crearemos buenos hábitos, por ejemplo, tendré el taller preparado, el material listo para mi repentina inspiración y todas las herramientas que vaya a necesitar, cumpliré un horario y una forma de trabajo que funcione, etc.
Juro que no dejaré para mañana lo que pueda pintar hoy, porque si no lo pintamos ya, se nos escapará la idea y la energía creativa.”
2- Saludaré este día con amor en mi corazón.
Mandino dice en su libro:
Solo el poder invisible del amor puede abrir el corazón del hombre. Haré del amor mi arma más poderosa. Acogeré los obstáculos porque constituyen para mi un desafío. Y elogiaré la belleza que contemple. Y el amor será mi escudo.
Y me amaré a mi mismo. Nunca le permitiré a mi alma que se vuelva complaciente y satisfecha, por el contrario la alimentaré.
No permitiré que mi corazón se empequeñezca o se amargue; sino más bien, lo compartiré y crecerá y alegrará la tierra. Amaré a toda la humanidad.
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“Saludaré el día sintiéndome feliz por ser artista, por amar la pintura y por poder contemplar la belleza de una buena obra.
Pensaré que soy el mejor artista del mundo y que por eso puedo perfectamente llevar a cabo mi creatividad y mi obra. Superaré todos los obstáculos pictóricos y lograré crear la obra que tengo en mente.
Y esta obra será espléndida y de gran calidad, la compartiré en Internet y alegrará a la gente.
En el mercado japonés, de Edouart castres, pintado en 1870.
3- Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Mandino dice en su libro:
Cada día se me pone a prueba para conocer mi valor, de modo que día a día se va midiendo.
No me corresponde a mi saber cuantos pasos faltan para el éxito.
Siempre daré un paso más. Un golpe de hacha más.
Jamás nombraré la derrota, lo imposible o la retirada.
Cada vez que fracaso, aumenta la posibilidad de éxito de la tentativa siguiente.
Plantaré hoy la semilla del éxito de mañana.
Cuando otros pongan fin a la lucha, la mía habrá comenzado realmente ahora.
No caeré en la complacencia, que fundamenta el fracaso. Si persisto lo suficiente alcanzaré la victoria.
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
Cuando lo haya pintado mal o me haya salido una mala obra, no me retiraré, sino que continuaré insistiendo, creando una nueva idea, dando algunas pinceladas más.
Persistiré con mis pinceladas hasta conseguir la forma adecuada.
Aprenderé las técnicas de retoque y soluciones de problemas pictóricos, y sobretodo aprenderé de la experiencia.
4- Soy el milagro más grande de la naturaleza.
Mandino dice en su libro:
Heredo todo lo de mis antepasados en una conjunción única e irrepetible. Promoveré mi diferencia. No imitaré, seré una persona auténtica. Y exhibiendo mi singularidad la venderá con orgullo.
La naturaleza no conoce derrota y vuelve a emerger victoriosa, y así lo haré yo.
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
Soy un pintor único e irrepetible. Solo yo sé pintar cómo lo hago. Y por eso mis obras las venderé con orgullo. Mis obras son auténticas, no son imitaciones.
Si no lo vendo ahora, ya lo venderé mañana, pero la obra si que vale el precio que he puesto.
5- Viviré este día como si fuera el último
Mandino dice en su libro:
No perderé ni un momento siquiera en lamentarme. El ayer queda sepultado para siempre. El futuro no existe y no ha de distraerme del hoy.
Este día es todo lo que tengo, y estas horas son ahora mi eternidad.
Y agradezco el hoy. Si malgasto el tiempo malgasto mi vida. Eludiré con ahínco a todo aquello que mata el tiempo. A la indecisión mataré con acción.
Sepultaré las dudas bajo la fe. El temor destruiré con la confianza. Evitaré a los ociosos.
Hoy es mi última oportunidad de demostrar mi cariño y mi grandeza.
Mi último día debe ser mi mejor día.
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“No perderé ni un momento siquiera en lamentarme por lo que no he pintado todavía o lo que he pintado anteriormente.
Hoy es el día que tengo que pintar mi mejor obra. Y hoy es mi última oportunidad de hacer la gran obra que siempre he querido pintar.”
6- Hoy seré dueño de mis emociones
Mandino dice en su libro:
“La naturaleza toda es un ciclo de estados de ánimo y yo soy parte de ella. Pero a menos que mi estado de ánimo sea el correcto, fracasaré.
Dominaré cada día mi propio clima, para hacerlo apto para mi crecimiento.
Débil es aquel que permite que sus pensamientos controlen sus acciones. Fuerte es aquel que compele a sus acciones que controlen sus pensamientos.
El resto de hombres también tienen estados de ánimo. Cuando haya controlado mi ánimo, controlaré mi destino. Seré dueño de mi mismo.”
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“Me animaré a mi mismo para pintar cada día. Dejaré de pensar todo aquello que me desanime o distraiga como pintor y cogeré los pinceles. Controlaré mi ánimo y así, me concentraré en lo que pinto.
7- Me reiré del mundo.
Mandino dice en su libro:
Me reiré y mi vida será alargada. Y me reiré de mi misma/o. Porque en el río de los siglos yo soy insignificante.
Para afrontar el dolor recordaré: Esto pasará también. Pero también lo recordaré en mi felicidad para no ser ignorante.
Y mienras pueda reirme no seré nunca pobre.
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“Me reiré de mis cuadros fallidos y vendrán a mi nuevas ideas mejoradas.
Cuando pintando me duelan los ojos, la espalda o no sepa muy bien cómo aplicar una técnica, recordaré que aunque es duro, pasará cuando, por fin, lo haya logrado pintar. Pero también recordaré que todo es pasajero cuando, afortunadamente, consiga vender mis cuadros, para no ser un confiado y así seguir trabajando.
8- Apuntaré alto
Mandino dice en su libro:
“Hoy multiplicaré mi valor en un 100%. Me fijaré metas, para el día, la semana, el mes, el año y mi vida. Las fijaré multiplicando a 100% las metas ya logradas. No me preocuparé demasiado de pedirme demasiado, porque nunca son demasiado elevadas.
Anunciaré mis metas y una vez anunciadas serán irrevocables. Y no habrá escape para mi hasta que mis palabras sean hechos realizados.
No cometeré el terrible crimen de apuntar demasiado bajo.
Multiplicaré mi valor un 100% y cuando lo haya hecho lo repetiré una y otra vez.”
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“Pintaré cuadros de mucha calidad. Mis metas apuntarán alto, para crear grandes obras de pintura.
Anunciaré qué cuadro es el próximo que voy a pintar y así tendré que pintarlo para cumplir mi palabra.
No pintaré ningún cuadro de mala calidad y que yo mismo piense que no voy a poder vender nunca. Pintaré obras que me gusten realmente y esté seguro de que van a gustar a mucha gente.
Multiplicaré la calidad de mis obras pictóricas un valor de 100% y lo repetiré una y otra vez.”
9- Procederé ahora mismo.
Mandino dice en su libro:
“Mis sueños carecen de valor alguno, mis planes son como el polvo, mis metas son imposibles.
Todo ello carece de valor a menos que sea seguido de la Acción.
Procederé ahora mismo. Solo me retrasa el miedo.
Es mejor actuar y fracasar que no intentarlo.
Para multiplicar mi valor multiplicaré mi acción.
Porque el ahora es todo lo que tengo, actúo hoy.
Impartiré ordenes y obedeceré mis propias órdenes.
Ahora es el momento oportuno, éste es el lugar, y yo soy la persona.”
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“Si no pinto no puedo vender mi pintura. Pero además, sino me relaciono con galerías, clientes y medios de comunicación, nadie sabrá de la existencia de mi pintura y no podré venderla.
Hay que pintar mucho, promocionarlo mucho y hacerlo ya.
Ahora es el momento de pintar esa idea, éste es el sitio donde voy a exponerla y yo soy la persona que va a venderla.”
10- Clamaré a mi dios, en los momentos de pocas fuerzas.
Mandino dice en su libro:
“Solo oraré pidiendo directivas y orientaciones, inspiración hacia el modo de triunfar. Tendré Fe.”
Si Mandino fuera pintor habría dicho:
“Pediré a dios que aparezca un comprador para mi pintura y estaré seguro de que se venderá muy bien.”
Asi que, mucho ánimo pintores y a vender las obras, que son lo que nos va a dar más ánimo para poder pintar más y mejor.
Si alguien quiere comprar un cuadro, por favor, ¡visitad mi galería!
Mercado de legumbres del pintor Victor Gilbert, de 1878.