LA IMAGEN ESTÁTICA
La imagen reproducida es un contenedor donde se ha paralizado la existencia de un ente, ente 1, por medio de una técnica capaz de general otro ente, ente 2, que engaña al ojo y lo relaciona con el ente 1.
Esta definición tan retorcida pretende definir en verdad varias características propias de una imagen:
– su capacidad de paralizar algo que existe.
– que la técnica siempre va a ser el medio que lleva a cabo esta paralización.
– que al final, lo que se ha paralizado o intentado paralizar, es una existencia nueva.
– y por último, que esa creación es un engaño visual, la cual puede que defina más o menos lo que pretendía el autor.
Cuando la imagen penetra en el ojo, un mensaje se configura en la retina y va directo al cerebro. Rápido como una flecha a veces, lento y costoso otras veces. La psicología se encarga de descifrarla conforme a nuestros patrones mentales (desarrollados con nuestras experiencias) y conforme a nuestra educación y cultura.
Complicando el tema, nadie ve la misma imagen porque nadie tiene el mismo sistema de interpretación, ni el mismo cerebro, ni siquiera el mismo interés al verla. De hecho, si una misma persona vuelve a mirar una imagen, su interpretación puede ser diferente por haber sufrido cambios en su sistema de interpretación (su cerebro).
Pero las personas creamos imágenes e ingenuamente creemos que el mensaje está claro y que la interpretación de esa imagen no puede distanciarse mucho de lo que nosotros mismos vemos en ella.
La percepción complica la cosa y la creación de imágenes que si que comuniquen un mismo mensaje a la mayoría de los espectadores es una compleja tarea.
Todo aquel que crea una imagen de cero debe tener conciencia de dos elementos propios de la comunicación:
1. El nivel de comprensión “universal” de la imagen creada.
Esto se refiere a la capacidad expresiva de la imagen para más o menos gente. Si la imagen va a poder ser entendida por una élite que conoce elementos del lenguaje creado o no hacen falta conocimientos y la imagen es fácilmente traducida por todo el mundo.
2. La independencia final de la obra.
Se refiere a cómo la imagen y el mensaje toman independencia del autor.
En mi opinión, el artista puede tener en cuenta en su lenguaje el nivel de comprensión que puede llegar a tener para que su mensaje si que se transmita, pero al mismo tiempo, debe independizarse del resultado final de ese mensaje. Si no se independizase podría querer modificar la imagen continuamente intentando que se entienda su mensaje, siendo un imposible, que como ya he dicho, depende del receptor o espectador de la imagen.
Sin embargo este es un aspecto inevitable en todos los medios de comunicación que poseemos los seres humanos debido a nuestro sistema de percepción.
Así pues, la pregunta es: ¿por qué elegir como medio de comunicación la imagen estática?
Para empezar hay que tener un deseo de comunicar.
Según el carácter de la persona, uno u otro medio se adaptarán mejor a la forma de expresarse.
Entre otros, estos son mis motivos para crear imágenes:
– Lenguaje universal. La imagen estática puede llegar a mucha gente.
– Rapidez comunicativa. Directo al ojo.
– Síntesis del mensaje. Todo el mensaje se concentra.
– Capacidad memorística.
– Autosuficiencia de la imagen creada.
La imagen tiene una capacidad muy grande de “enamorar” a aquel que la ha visto, de producir un pensamiento, una sensación o un sentimiento.
Depende del creador de las imágenes que éstas contagien unos u otros tipos de sentimientos, sensaciones y pensamientos.
El valor de una imagen creada es, en definitiva, el valor de una persona.